CONOCER AL CLIENTE PARA ATENDERLO MEJOR
“La Antojerìa”, el mejor sabor y servicio
Javier Aguayo trabajo 21 años en
una gran empresa cervecera llegando a desempeñar un cargo gerencial. Pero
siempre tuvo la vocación de emprender un negocio propio. “La reflexión que
siempre me hacia era: ¿Por qué si soy capaz de hacer las cosas bien para otros
no puedo hacerlo bien para mi?”, recuerda Javier. En el 2003 empezó a darle
forma a su idea y gracias a un estudio de mercado, encontró una oportunidad
interesante para incursionar en una rama de innegable atractivo y creciente vigencia,
la gastronomía.
ESTUDIANDO A SU PÚBLICO. Para conocer mejor al consumidor
peruano hay que recordar que éste no solamente sabe comer sino que muchos también
tienen nociones de cocina. Y en un contexto en que la comida peruana ya
empezaba a destacar, nació la idea de construir una categoría nueva, la de los “antojos”
peruanos.
EL PRIMER LOCAL. Sabiendo dónde debía apuntar, Javier hizo realidad su
proyecto gracias a sus ahorros y un préstamo bancario. Así nació “La Antojerìa”
en Magdalena del Mar, distrito de Lima. Empezó con doce empleados y el día de
la inauguración tuvo quinientas visitas. Hoy, con un segundo local en
Miraflores, “La Antojerìa” recibe 12000 comensales.
CONOCER A SUS CLIENTES. Según Javier, antes de
incursionar en el negocio hizo muchos números y consolidó bien la idea para que
no sea tan sólo un impulso con malas consecuencias sino una respuesta a una
oportunidad. El tiempo y sus clientes le dieron la razón. “Al terminar de
degustar uno de sus antojos, ellos mismos me dicen cómo se sienten con la
comida y la atención”. Además cada tienda cuenta con un gerente de servicio y
esa persona está abocada a que cada cliente se vaya totalmente satisfecho, al
extremo que la política de la empresa es que quien no sale satisfecho no paga
la cuenta.
SEGURO DE SI MISMO. Aunque los efectos de la crisis financiera iniciada
en el 2008 no le fueron ajenos. “La Antojerìa” mantiene interesantes tasas de
crecimiento desde su creación entre 25% y 35% anualmente aunque en el 2009
crecieron casi 30%. Sin embargo, nada detiene los proyectos que para el 2010
pintan bien. Javier precisa que tiene varias solicitudes de franquicias para el
próximo año y si todo mejora estima que se podrían abrir nuevos puntos de venta
en Lima y el interior del país. Su mira es vender éxito y quien compra una
franquicia es gente que quiere conducir algo que sea exitoso y en eso esta
trabajando. Una vez atendidos estos desafíos en el Perú piensa en las
oportunidades en el extranjero.
EMPRENDER, IMPLICA RIESGOS. Javier refiere que fue difícil dejar
el puesto que tenis en la prestigiosa empresa para la que trabajaba. “Creo que
lo que más le cuesta al emprendedor es entender que su seguridad es algo que él
tiene que lograr y equivocadamente la gente piensa que esa seguridad se logra
trabajando para otros, pero es todo lo contrario”. El tiempo y sus clientes le
dieron la razón pues los “antojos” que sirve hacen que sus clientes vuelvan
gracias a su delicioso sabor y diligente servicio.
Javier Aguayo F.